Este jueves, por medio de un comunicado, el Departamento Estadounidense de Justicia informó que la Corte del Distrito Este de Nuevo York ordenó confiscar cinco propiedades al narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, quien fuera líder del Cártel de Guadalajara, pues, se señaló, fueron obtenidas con ganancias derivadas del narcotráfico.
Las propiedades que se pidió confiscar al capo mexicano, actualmente prófugo, se encuentran en la ciudad de Guadalajara, en Jalisco, y al rededor de ella.
Caro Quintero es un capo de la droga nacido en el estado de Sinaloa, el 3 de octubre de 1952. Fundó el Cártel de Guadalajara junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, en 1980.
En abril de 1985 fue arrestado en Costa Rica, pues se le relacionó con el secuestro y asesinato del agente de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Enrique Camarena, y también por el asesinato del piloto mexicano Alfredo Zavala, el cual se llevó a cabo en febrero de ese año.
Camarena y Zavala habían sido secuestrados el 7 de febrero de 1985 en Jalisco. Un mes después, sus cuerpos fueron encontrados en un rancho del estado de Michoacán, con señales de tortura, luego de que el cártel liderado por Caro Quintero sufriera duros golpes por parte de las autoridades mexicanas, en colaboración con la DEA.
Se presume que el asesinato de Camarena fue una venganza por colaborar en el operativo que se había realizado un año antes, en 1984, en donde se decomisó droga de un rancho en donde el Cártel de Guadalajara sembraba marihuana.
En 2009, un juez mexicano determinó que, por acumulación de las penas que tenía en su contra, a Caro Quintero le correspondían 199 años de prisión, sin embargo, solo se le impusieron 40.
En 2013, la Fiscalía mexicana explicó que Caro Quintero fue sentenciado por delincuencia organizada y delitos contra la salud (narcotráfico), y procesado por el homicidio de Camarena, pero no condenado. En agosto de ese mismo año, el capo recuperó su libertad, luego de que un juzgado desechara varias causas en su contra, una de ellas por un error de jurisdicción territorial en el proceso por el asesinato del agente estadounidense.
Días después un juez emitió una orden de detención provisional en su contra con fines de extradición a Estados Unidos. Pero ya era demasiado tarde, pues desde 2013 se desconoce el paradero del capo.
El narcotraficante se encuentra en la lista de los 10 más buscados por el gobierno de los Estados Unidos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) ofrece una recompensa a 20 millones de dólares a quien proporcione datos que lleven a su captura.
Fortuna y casas
Durante los años que estuvo preso, Caro Quintero siguió ganando dinero. Fue por medio de una red empresarial legalmente constituida por al menos 30 compañías que estaban al mando de su familia y gente cercana, que el capo no dejó de generar ganancias.
Las empresas abarcaron diversos rubros: desde el inmobiliario, concesionarias de autos nuevos y usados, servicios en casetas telefónicas, restaurantes, moda y calzado y spas, hasta la distribución de combustible y explotación minera.
De manera extraoficial, se sabe que el capo logro acumular una fortuna de 500 millones de dólares. Además, desde 2017 el nombre “Rafael Caro Quintero” es una marca registrada, por lo que se impide que esta denominación sea usada sin su consentimiento para servicios de entretenimiento, actividades deportivas y culturales o producción de programas de radio y televisión, entre otros.
Aparte de la jugosa fortuna el capo mexicano, originario de Sinaloa, tiene al menos ocho inmuebles ubicados en Zapopan, Jalisco. Uno de ellos se ubica en Paseo de los Virreyes número 4283, en el fraccionamiento Wenceslao, en Zapopan, Jalisco. La propiedad está a nombre de Héctor Rafael Caro Elenes (hijo de Caro Quintero), con un usufructo de por vida para Rafael Caro Quintero y Elizabeth Elenes de Caro (hija del narcotraficante). Fue una de las propiedades que pidió EEUU confiscar.
Otra de las propiedades que pidió retirar EEUU al narcotraficante, fue la ubicada en Avenida Melchor Ocampo, Bodega 468, local 21, fraccionamiento Mercado de Abastos Norte, Mercado el Campesino, 59, 21 45140, en Zapopan, a nombre de Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran, todos con los apellidos Caro Elenes (también hijos de Caro Quintero).
Otro de los hogares del narcotraficante que se pidió confiscar, se encuentra en la finca marcada con el número 5397 de la calle Luigi Pindarello, en la colonia Vallarta Universidad. Esta casa cuenta con cámara de seguridad, y según los vecinos de la zona, la habitan una pareja con su hijo.
Otra residencia del narcotraficante, que no se mencionó para ser confiscada, se ubica en la colonia Residencial Arboledas, en donde se encuentran dos departamentos, presuntamente propiedad del capo Caro Quintero. Son el 8 y el 9 del edificio, que está en la calle Sagitario número 5289. El inmueble pintado en color crema con café se ubica al sur del área metropolitana de Guadalajara.
Otra de las propiedades del capo, es el llamado Rancho de Gorupo, el cual, según informes, en el 2000 fue decomisado por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía General de la República (FGR), pero tras un largo proceso legal, Caro Quintero logró recuperarlo, fraccionarlo y vender varios predios, donde actualmente se rigen lujosos desarrollos inmobiliarios.